President Artur Mas:
PteCatalunya2014

“Como cada año por estas fechas, me dirijo a todos vosotros para trasladaros un mensaje de ánimo y de confianza en nuestro país y para felicitaros las fiestas. El año que estamos a punto de iniciar estará cargado de simbolismo. Se cumplirá el tercer centenario del final de la Guerra de Sucesión, momento en el cual Cataluña perdió sus derechos, sus Constituciones, sus instituciones y sus libertades. Tres siglos después, celebraremos casi un milagro: Un pueblo que lo tenía todo para perder no solo sigue existiendo sino que se plantea con más fuerza que nunca ganar una gran batalla democrática y por medios totalmente pacíficos: la de decidir libremente su futuro como país y como sociedad.

 


Cataluña es un país diverso y plural. Lo es por la procedencia de sus personas, por las lenguas que hablan, por las formas de pensar, por las opciones políticas o ideológicas. Y, a la vez, capaz de tejer grandes consensos como se ha demostrado con el acuerdo ampliamente mayoritario sobre la consulta que se celebrará el 9 de noviembre del año que empieza.


Sé que alrededor de este gran reto no hay unanimidad. Hay fuerzas políticas que no lo comparten y, sobre todo, personas que lo ven con preocupación, temor e, incluso, contrariedad. Son posiciones legítimas y respetables, como también lo son las otras, las que ven en todo este proceso la mejor manera de construir un país que llegue a lucir por su modernidad, su bienestar, su sentido de la justicia social, su civismo y su calidad democrática. Todas las posiciones tienen que poder ser defendidas con respeto y con buena convivencia. En lo que dependa de mí, así será.


Quiero aprovechar este mensaje para solicitar al Estado que nos deje votar. Que escuche la voz del pueblo catalán y que no levante muros para silenciarla. Que deje decidir a quien siente la necesidad de decidir.


El pueblo catalán prefiere gobernarse a ser gobernado. Y que el Estado no nos vea como a un adversario ni mucho menos como a un enemigo. El 2014 será un año para recordar historia, personas y raíces; pero sobre todo será un año para decidir futuro y abrir horizontes.


El año que se acaba es el sexto de una recesión económica que ha provocado auténticos estragos. No obstante, parece que por primera vez podemos iniciar la remontada. Confío en que así sea, y haremos todo lo que podamos y todo lo que sepamos para aprovechar el cambio de tendencia positivo que se divisa. La herida que ha provocado la recesión es muy profunda y no se pueden esperar curas milagrosas. Hará falta tiempo, perseverancia, talento y coraje para recuperarse del todo y para afrontar el futuro con fundamentos más sólidos. La crisis ha desnudado muchas supuestas verdades convirtiéndolas en errores o directamente en falsedades; y muchos comportamientos de antes ahora son, justamente, criticados.


Muchas cosas están cambiando a mejor. Y muchas otras están aún por cambiar. Confío en que entre todos sabremos encontrar el modo de enmendar los errores cometidos y de transformarlos en el aprendizaje, en fortalezas y éxitos colectivos.
No hay que olvidar nunca que el Estado que muchos reclaman para Cataluña, como en cualquier otro Estado, no es más que un instrumento al servicio de la sociedad y del país. Es decir, de las personas”.

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