Las Fallas de Valencia optan a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Cada mes de marzo, cientos de valencianos reciben la primavera con estas fiestas únicas en el mundo


Fallas2La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, anunció la semana pasada que la fiesta de las Fallas es la candidatura aprobada por el Consejo de Patrimonio Histórico para optar ante la Unesco a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El concejal de Fiestas y Presidente de la Junta Central Fallera, Francisco Lledó, defendió la candidatura valenciana en el Palacio de Congresos de Tarragona, donde viajó acompañando al secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll, y a la directora general de Patrimonio, Marta Alonso. La Alcaldesa afirmó que “es una noticia estupenda que, junto a la declaración de BIC que se encuentra en Les Corts, nos permite avanzar en los grandes reconocimientos del mundo a estas fiestas tan singulares y tan nuestras, que son una clarísima expresión y explosión de la cultura popular valenciana”.

Cada mes de Marzo Valencia se prepara para recibir la primavera. Las calles se llenan de alegría y bullicio con la fiesta de las Fallas, exponente máximo de la unión de tradición, sátira, arte y sentimiento por una tierra.

Las Fallas tienen su origen en el pueblo; pueblo que es reflejo del calor y la luz que recibe del Mediterráneo. Los valencianos viven su fiesta más internacional al máximo, y su carácter llano y amable invita a visitar la ciudad y participar de esta fiesta, que quema todo lo malo y renace de sus cenizas para dar la bienvenida a una nueva estación del año.

Origen de las Fallas
Fallas1En las calles de los gremios de la ciudad, en vísperas de la primavera, se prescindía del trabajo nocturno y se quemaba a la puerta de cada taller el rústico parot (artilugio de madera para alumbrar). Para alimentar la hoguera, los mismos artesanos acumulaban virutas y listones inservibles junto a trastos viejos que aportaba el vecindario. Posteriormente se animaría el parot con harapos dando aspecto humano, y algún sombrero como cabeza, y así nacía el Ninot.

El programa de festejos de la Semana Fallera nace de las entrañas del proceso fallero. Un ejemplo de ello es el ninot indultat, que surgió a petición de la gente. Por ello, se decidió hacer una exposición de los mejores, uno por falla, y el propio público sería el que votara el mejor de todos, que se salvaría de la quema. Todos los ninots que han sido indultados están exhibidos en el Museo Fallero.

La pólvora es un elemento indispensable de la fiesta fallera y tiene especial poder de convocatoria, ya que son miles las personas que acuden a presenciar a la Pza. del Ayuntamiento la “Mascletà” de las 14h., desde el 1 al 19 de marzo, o las “despertàs” de primeras horas del día, en las que los falleros tiran cientos de cohetes y tracas en sus barrios.

Y no podemos olvidar la espectacular “Nit del foc”, que se celebra la madrugada del día 18 y que ofrece una exhibición de fuegos artificiales única en el mundo.

Días 15 y 16 de marzo
La plantà de una falla es el montaje completo de todos sus elementos hasta crear un monumento único. En los principios de la fiesta, esta plantà se hacía en una sola noche, del 15 al 16 de marzo. Actualmente, debido a la espectacularidad y grandes dimensiones de algunos de los monumentos, es necesario comenzar a montarlos días antes del día 15. La noche de la plantà los falleros se reúnen en una cena conjunta que sirve para distribuir el trabajo para que el monumento esté totalmente acabado a primera hora de la mañana del día 16.

Días 17 y 18 de marzo
Meses antes cada comisión fallera elige a su Fallera Mayor, su Fallera Mayor Infantil y sus cortes, como sus representantes en la fiesta. El traje que han lucido las mujeres valencianas
con el tiempo se ha enriquecido más aún si cabe. Algunos de los elementos que componen esta vestimenta son: sedas, brocados, joyas de oro, perlas y esmeraldas, la peineta dorada, las arracadas, las agujas rematadas por una gran cabeza de pedrería para unir las enrolladas trenzas laterales sobre las orejas, la pañoleta y el delantal.
El día 17 por la mañana las falleras y sus comisiones, acuden a la Plaza del Ayuntamiento para recoger su correspondiente premio. Previamente un jurado ha pasado por todos los monumentos de la ciudad, más de 750 entre los monumentos grandes e infantiles, para poder tomar su decisión.
Pero cuando realmente se puede admirar un espectáculo lleno de belleza, color, tradición y devoción son los días 17 y 18 durante la Ofrenda. Se trata del acto culminante de las fiestas falleras, y consiste en un desfile de todas las comisiones de la ciudad desde sus barrios de origen hasta la plaza de la Virgen para realizar una ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia. El acto transcurre desde las 16 horas hasta entrada la noche.
Con todos los ramos que las falleras entregan a los vestidores de la Virgen se compone un impresionante tapiz colocado en la fachada principal de la Basílica y se decora el manto de la Virgen, representado por un catafalco de madera de 15 metros de altura, culminado por la cara de la Virgen y el niño, y que cuenta con un diseño diferente cada año. Además de los ramos de las falleras, los falleros portan grandes canastillas que también dejarán a los pies de la Virgen. Como dato curioso, diremos que la flor acumulada esos días llega a rebasar las 25 toneladas.

Día 19 de marzo
Fallas3El día 19, a medida que se acercan las 22 h, vuelven a animarse las calles de cada barrio, ya que a esa hora es cuando da comienzo la Cremà de los monumentos infantiles.
Dos horas más tarde es el momento de los monumentos grandes. Muchos de ellos, son precedidos por fuegos artificiales y cuyas últimas carcasas dan comienzo a las llamas que poco a poco irán consumiendo el cartón-piedra, madera, pintura y otros materiales que han sido utilizados para su construcción.
Después de ver arder su falla, muchos se dirigen hacia la Plaza del Ayuntamiento para ver quemar el monumento municipal.
Esta es la falla de todos los valencianos, y por su solemnidad se quema una hora más tarde que el resto, a la 1 de la madrugada.
Siempre va precedida de un ramillete de espectaculares carcasas que llenan de ruido, luz y color la plaza, y que dan paso a la Cremà de la última falla de la ciudad, y por tanto, al final de la fiesta.

Pero aunque parece un momento triste, ya que las fiestas acaban, también supone un momento de alegría, ya que simboliza el momento de la primavera, y lo que es más importante, el comienzo de la fallas del año siguiente. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. FOTOS: Pepe Sapena.